Llegamos al recinto el Viernes, 24 de junio,  tras una revitalizante jornada de cañas en torno a la plaza de la Virgen Blanca de Vitoria, con un concierto de un impersonator de Elvis y con las pilas de nuevo cargadas. Justo a tiempo de ver al Reverend Horton Heat defraudar a más de uno pese a su soberbio repertorio de psycobilly y country verbenero.

¡Los Motorhead del rockabilly! Nos encontramos con un reverendo bastante estático y sin garra pero no nos fallaron sus pildorazos de siempre. El sonido estuvo bastante bajito, una constante en el escenario grande en los conciertos de por la tarde y un bolo que hubiera sido mucho más aprovechable en la carpa cubierta.

Nota: 6´0

Mientras ingeríamos catxis de cerveza buscando sombras donde cobijarse de “Lorenzo” se pasaba el concierto y nos estábamos desplazando hacia el otro escenario en busca de acción con los vascos Atom Rhumba. Uno de los regresos más sonados del panorama nacional. Una banda por la que siempre sentí especial devoción y que no defraudaron. Fueron los tapados del festival, llegaron sin hacer ruido y salieron a hombros de Mendizabala con una puesta en escena de aupa y unos cañonazos que sonaron a-co-jo-nan-tes.

Mención especial para el nuevo fichaje, Joseba Irazoki, un guitarrista espectacular. Genuino. También a Rober que destila clase por todos sus poros y al freak que subió al escenario a ¿bailar? y a hacer el mongol para total descojone del personal.

Nota: 8´5

Era hora para el cuarteto de Illinois, Cheap Trick, mientras el crepúsculo nos ganaba terreno y la peculiar migración de un escenario a otro nos empujaba a otro gran show de rock.

Había muchas ganas de verles en directo y es que una banda como ellos tenían que tocar todos los años en Vitoria. ¡Qué canciones, señores! Su sonido, de gran influencia británica y su gusto por la melodía los hace una banda siempre a reivindicar.

Abrían el show con el feroz Hello There de su disco In Color. Una alegría chascar los dedos al ritmo de clasicos de la talla de I want you to want me, Dream Police o Surrender y ver como una banda con casi 40 años de historia se mueven por un escenario con la energía del primer día. Grandes.

Nota: 7´5

Servidor se tenía que marchar del recinto a repostar tras la agotadora jornada sumada al desgaste del día anterior. Me pierdo los bolos de
Bad Brains y Primus, con la excusa de llegar al máximo para el concierto de mis queridos Queens Of The Stone Age. Mencionar también a Dirty York y Rival Sons que fueron muy aplaudidos según cuenta quien los pudo disfrutar.

Las 00:50 se acercaban. Dicha hora era la elegida para que Queens Of The Stone Age se hicieran con las riendas del festival y nos dejaran a todos boquiabiertos como ya lo hicieran en su actuación de 2005 en Gasteiz.

Pero no fue tal que así. Uno que ya los ha visto cuatro veces en directo no se sorprende de un repertorio conformado casi exclusivamente por sus resobados hits, sin sorpresas y ni rastro de esas áridas atmósferas que tanto nos gustan que se den en sus conciertos…Una pena. Porque la
noche acompañaba y el sonidazo aún más. Se fueron en poco más de una hora y no hicieron ni un solo bis, lo cual acrecentó más mi particular cabreo.

Otro detalle que no me gusta nada es el tipo de fan indeseable que se congrega entorno a los conciertos de Qotsa. Se desviven soltando empujones y molestando al personal en singles como No One Knows o Little Sister pero no reconocen ni se mueven en pildorazos como exicola o The Fun Machine Took a Shit & Died…. Pobres diablos.

Aún así y con todo, recomendable concierto con un sonido espectacular, como todo lo que rodea a estos magos. El que lea esta crónica pensará que el concierto fue una mierda y nada más lejos de la realidad, no pretendo caer en la descalificación. Fue un gran concierto pero uno que es
exigente, quiere más de ellos. Porque sabemos que pueden dárnoslo.

Nota: 7´0

Bueno, el día llegaba a su fin, mientras presenciábamos el último concierto del día. Clutch. Una apropiada elección porque su hard rock con tintes blues-stonerianos es bastante molón para terminar una dura jornada de conciertos increíbles y seguir alternando entre carpas hasta  ciertas e indeseables horas.

Nota: 6´5

 

To be continued…

Guille Fernández

Fotografías: Tom Hagen